Una mamá embarazada provoca ciertas emociones en quienes le rodean. Ternura, empatía y hasta sentido de protección.
Sin embargo, ¿qué sucede cuando ella regresa a casa con el nuevo bebé? Por lo general, la atención se centra exclusivamente en el nuevo integrante de la familia. Se entiende, es muuuucho más adorable que mamá y necesita que lo cuiden y mimen por ser una criaturita indefensa. Pero, ¿y mamá? ¿Su "momento" pasó?
En un momento particularmente vulnerable, escribí lo que leerán a continuación. Lo comparto para que otras mamás que puedan sentir igual recuerden que no están solas y para también recordarles a quienes les rodean que mamá necesita ahora más que nunca que la cuiden y la comprendan.
QUE LA AYUDEN.
Abril 17, 2022: Poco más de una semana desde que nació bebé Leonardo
“Pregúntale qué necesita”.
“Si hay alguna tarea pendiente, ¡hazla”.
Ser mamá de un recién nacido no es fácil. El cuerpo, las emociones, no se han recuperado aún. Dormir cuando él duerme es imposible, pero uno trata. El estrés de que hay cosas que hacer en el hogar es terrible. Hasta meterse a la ducha conlleva planificación y, de lograrse, uno se baña a velocidad luz.
En este momento uno se siente sola, cansada, en estrés y frustrada. Y esto no necesariamente tiene que ver directamente con el bebé, uno lo ama más que nada, es solo que uno es humano y necesita a veces que te pregunten “¿necesitas algo?”. O que te digan “duerme un rato, yo lo velo” o “yo le cambio el pañal”.
Hace unos minutos atrás iba a intentar dormir algo cuando mis otros pequeños entraron de sopetón al cuarto, haciendo ruido todo el ruido del mundo. Leo se está despertando y yo con ganas de llorar porque, sí, tengo sueño, tengo hambre (siempre tengo hambre y sed...lo lacto a demanda), estoy cansada, tengo migraña (por falta de sueño), etc., etc.
Sin mencionar el chorro de pensamientos que constantemente dan vueltas en mi cabeza relacionados a su salud. Y, hay que decirlo, las energías de ser mamá a los 40 son mucho menos que cuando se es mamá joven. Las complicaciones también.
Todo NO vuelve a la normalidad después de dar a luz al bebé. Estoy en casa, pero no soy yo todavía. Ahora son DOS quienes necesitan cuidados y comprensión. No porque esté en cuerpo significa que todo es “business as usual”.
Pero, ¿y esto quien lo entiende? ¿Acaso nadie lo nota? ¿Será que piensan que uno está exagerando?
No soy yo. Todavía. ¿Cuando regresarán las aguas a su cauce? ¿Será que alguien extenderá una mano a esta mamá "invisible"? ¿Nadie ve mis lágrimas?
NOTA: Si sientes episodios de tristeza más intensos de lo normal. Si sientes depresión o ansiedad. Díselo a tu médico, no guardes silencio. La depresión postparto o “baby blues” es real y más común de lo que puedas imaginar. Presiona el enlace para más información y, por favor recuerda, ¡no estás sola!

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